
El club felino, administrado en los últimos 13 años por la cementera, no ha podido reflejar la grandeza de su empresa, y alberga una auténtica colección de penas, con tropiezos directivos que de no ser porque están documentados, serían difíciles de creer.
Entre los principales motivos está la ausencia de un proyecto y la falta de capacidad para sumar directivos.
Pero eso es sólo la base de la pirámide, que además cuenta con casos como despilfarro de recursos, olvidos inverosímiles, ingenuidad, y en algunos ejemplos comodidad para comprar el éxito de otros.
Traer jugadores por traer, no ver el perfil extra cancha del elemento, la poca vigilancia en las campañas, el desinterés de los altos mandos, la falta de capacidad para evaluar una labor futbolística, son situaciones ligadas a los hechos que tienen al equipo sumido en el fracaso.
Muchos se preguntan cómo es que Tigres es tan perdedor, de la mano de una empresa tan exitosa. En la historia, saltan a la luz muchas de las razones.
Marcados por la trampa
Una de las páginas más negras de Cemex fue el caso de Osmar Donizete en el Verano 2000. El brasileño fue adquirido en 2.5 millones de dólares, y fue registrado sobre la hora con una firma adulterada. A petición del club Celaya, la FMF investigó su papelería, y la trampa salió a la luz, lo que le costó que al equipo perder nueve puntos que tenía en la bolsa por triunfos ante Toluca, Atlante y Rayados. Se repitieron los juegos, pero sólo se rescataron cuatro puntos.
El Cotogate
José Luis El Coto Sierra llegó en 1999 a Tigres procedente del Colo Colo, en una cantidad que rondaba los 2.5 millones de dólares. Luego de seis meses sin rendir, el volante fue regresado al club andino, pero sin recuperar la inversión. Fue hasta años después, y tras vetar a todos los chilenos del futbol mexicano, que los felinos cobraron una parte de la transferencia. Eso sí, en cómodas facilidades.
Poroto ¡Se les olvidó!
Este verano los felinos perdieron el control del argentino Fabián Cubero, al que ya no podrán tener de vuelta por un descuido monumental. El Poroto, quien llegó al club en enero del 2007, fue dado de baja en mayo del 2008 por Manuel Lapuente, quien buscó ocupar su plaza con otra posición. Pero tras prestarlo un año al Vélez Sarsfield para que no perdiera ritmo, el jugador venció contrato en junio pasado, y quedó en posibilidad de firmar con quien quiera, sin dar cuentas a Tigres. Su costo fue de 1.2 millones de dólares.
Czor…nomaz 20 días
El despilfarro felino con Cemex no tiene igual. Para el Invierno 1997, primer torneo de vuelta en Primera, el club contrató al delantero argentino Adrián Czornomaz, en un precio cercano a 1 millón 700 mil dólares. Tres semanas después el jugador fue dado de baja, debido a que no gustó su accionar. Un mes más tarde, el pampero de 20 años fue cedido en préstamo a un club de la Segunda División de su país, por una mínima cantidad de su valor.
Su ingenuidad está en griego
En el 2006, el defensa brasileño Julio César Santos pidió un permiso a la directiva para viajar a España por un presunto problema personal, y convencer a su esposa de regresar con él a Monterrey. Pero la realidad es que su viaje fue para negociar su pase al Olimpiakos de Grecia, situación que concretó finalmente, y que al ser destapada en los medios obligó al club a dejarlo libre.
Piratas del Hidalgo
La directiva felina quedó en evidencia en el 2006 cuando Jesús Martínez, presidente del Pachuca, la acusó de piratear al técnico José Luis Trejo en pleno festejo por el título. El dirigente reveló que habían pasado sólo unas horas desde la Final ante San Luis cuando se cayó la opción de renovar al timonel, por una jugosa oferta de los regios, que no respetaron los tiempos.
Kikín galáctico
Francisco Fonseca es el jugador más caro en la historia del futbol mexicano, por casi 5 millones de dólares pagados al Benfica de Portugal en el 2007. Su éxito se reduce a la mercadotecnia, ya que deportivamente cuenta con 12 goles en seis torneos. Se ha tratado de venderlo, pero su sueldo elevado impide colocarlo hasta prestado.
Un mes sin trabajar
Fue uno de los jugadores más prometedores por su peligrosidad en la cancha, pero a un año de su llegada, Kleber protagonizó una novela que exhibió la debilidad de la directiva a merced de los intereses económicos. De cara al Clausura 04, el brasileño extendió sus vacaciones en Brasil, presuntamente por buscar acomodo en otro club, tardando 47 días en reincorporarse. A su regreso, con una simple disculpa, el amazónico volvió a entrenar con un equipo que ya había disputado el Interliga y estaba en plena jornada seis.
Cambian goles por fama
Nilson Esidio fue el goleador de Tigres en Primera A, pero sorpresivamente, ya con el ascenso a Primera, la directiva dejó a un lado al brasileño para traer al delantero búlgaro Emil Kostadinov, quien costó dos millones de dólares, pero anotó sólo dos goles en un torneo. Dejó la institución a los seis meses, y el club batalló para encontrarle acomodo los siguientes tres años.
Vacaciones pagadas
Américo Gallego dejó al Toluca con el firme motivo de obtener un año sabático… y lo logró, cobrando en Tigres el mejor sueldo para un técnico en Latinoamérica. El Tolo proyectó apatía al trabajo y poca capacidad técnica, enmarcando su salida con una goleada de 6-1 ante Pachuca.
Atenidos a su astucia
Comprar al jugador de moda era el análisis que realizaba Tigres en el 2005. Así, Sebastián González fue traído del Atlante en un jugoso contrato por cuatro años. Rindió a medias, pero fue corrido al año de su llegada. Al batallar para encontrar equipo, el chileno denunció bloqueo de la directiva, a la que calificó de amafiada. Hoy está prestado en Chipre.
Vergüenza continental
Tigres fue la burla de Conmebol en la Libertadores 2006, cuando ante una racha de lesiones cargó sólo con 15 elementos, en su mayoría novatos, para visitar al Corinthians. Al llegar a Brasil, Ricardo Ferreti se dio cuenta por los medios que sus estelares Julio César Santos y Carlos Morales, a quienes había dejado en México, no estaban suspendidos como pensaba, sino que la acumulación de tarjetas sólo les valía una multa económica. Cayeron 1-0.
El pase del ‘millón’
La lesión de Alfredo Talavera fue el perfecto celestino para que, apoyado en el reglamento, Tigres buscara compensar un mal armado en la pretemporada trayendo un refuerzo mexicano que militara en el extranjero. Tras una novela con el Deportivo La Coruña, Omar Bravo fue el elegido, con más de medio millón de dólares para el club y 400 mil de sueldo. Jugó seis partidos de nueve posibles, no anotó ningún gol, y apenas si dio un pase para anotación.
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